Restos fósiles de parientes del reconocido Tiranosaurio Rex fueron hallados tanto en Canadá como en Argentina, nuevos saurópodos y animales nunca antes registrados. El furor de un nuevo mundo a descubrir
Cada vez más seguido nos encontramos leyendo que científicos en algún lugar del mundo, y muchas veces en la Argentina, descubren una nueva especie de dinosaurio. Un ejemplar nunca antes hallado ni catalogado. Un espécimen único que reescribe la historia de la paleontología moderna y asombra a los expertos.
Y es que por ejemplo, 2019 dejó un amplio registro de nuevas especies descubiertas. Inclusive, la más reciente, a principios de este año, generó una repercusión mundial: un nuevo Tiranosaurio fue hallado en Canadá, quizás, el dinosaurio más emblemático de todos, potenciado por las películas del director Stephen Spielberg, Jurassic Park.
Fue así que la semana pasada, investigadores de la Universidad de Calgary y del Royal Tyrrell Museum hallaron los restos de una especie de dinosaurio desconocida hasta ahora, un temible carnívoro de la familia del Tiranosaurio Rex, en la provincia de Alberta, en Canadá.
Thanatotheristes Degrootorum descubierto en Canadá en 2010 (Universidad de Calgary y Museo Royal Tyrrell)
El descubrimiento del bautizado Thanatotheristes Degrootorum (Cosechador de muerte de DeGroots) es el primero realizado en 50 años en Canadá, según analiza la revista científica Cretaceous Research.
El hallazgo se dio cuando Jared Voris, entonces estudiante de maestría de la Universidad de Calgary, estaba examinando restos de una calavera de T-Rex en el Royal Tyrrell Museum cuando advirtió que tenía algunas características nunca antes vistas.
“Encontramos una característica nueva, luego otra, hasta que finalmente entendimos que que esto era algo completamente distinto a lo que habíamos visto”, comentó Voris.
Vivió unos 12 millones de años antes que el T-Rex y es el Tiranosaurio más antiguo descubierto en Canadá
El fósil fue hallado originalmente en 2010 en la costa del río Bow, cerca de la ciudad de Medicine Hat en el sur de Alberta, por un matrimonio, los DeGroots, cuyo apellido ha sido incorporado al nombre científico de la especie.
De acuerdo a Darla Zelenitsky, supervisora de Voris, el Thanatotheristes Degrootorum vivió unos 12 millones de años antes que el T-Rex y es el Tiranosaurio más antiguo descubierto en el país. “Estamos aprendiendo más sobre el ecosistema en este período antiguo, cuando los dinosaurios vagaban por el sur de Alberta”, consideró.
Otro pariente de un T-Rex, pero en Argentina
En la misma semana que se supo del Tiranosuario nuevo de Canadá, también los argentinos nos anoticiamos de un hallazgo muy importante en la Patagonia argentina.
El hallazgo del Tralkasaurus cuyi ocurrió en febrero de 2018 al noroeste de la provincia de Río Negro
Los restos de una nueva especie de dinosaurio carnívoro que habitó el sur del país hace 90 millones de años fueron hallados por un equipo de paleontólogos. Con cuatro metros de longitud, este dinosaurio terópodo es mucho más pequeño que su pariente lejano, el colosal Tyrannosaurus rex.
El hallazgo ocurrió en febrero de 2018 al noroeste de la provincia de Río Negro, y los científicos bautizaron a la nueva especie de dinosaurio abelisáurido como Tralkasaurus cuyi, según difundió la Agencia de Divulgación Científica (CTyS) de la Universidad Nacional de La Matanza.
Tralkasaurus significa “reptil trueno” en lengua mapuche,mientras que cuyi hace referencia al lugar en que se encontró, la meseta de El Cuy. Los abelisaurios son una familia de dinosaurios terópodos. El famoso Tyrannosaurus rex, un terópodo tiranosáurido oriundo de Norteamérica, alcanzó los 14 metros de longitud.
Argentina es una tierra prolífera de dinosaurios (Télam)
“El tamaño corporal del Tralkasaurus es más pequeño que el de otros carnívoros de su grupo, los abelisaurios, ya que ronda los cuatro metros de longitud, mientras que los conocidos previamente tienen entre siete y once metros”, explicó el doctor Federico Agnolín, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Aunque la talla del Tralkasaurus cuyi es muy reducida en comparación al Tyrannosaurus o al Carnotaurus (una especie que poseía cuernos), este nuevo dinosaurio comparte con ellos las características de ser bípedo, de cuello corto y musculoso, con cuatro garras en cada una de sus patas posteriores, en tanto que sus brazos también eran muy cortos en relación a su cuerpo y los huesos de sus extremidades eran ligeros y huecos.
Según los investigadores, es posible que el Tralkasaurus se alimentara de los pequeños dinosaurios herbívoros conocidos como iguanodontes, que fueron encontrados por el mismo equipo de paleontólogos en localidades cercanas, junto con otras especies como tortugas y lagartos.
Más descubrimientos en Argentina
Una nueva especie de dinosaurio ornitópodo del Cretácico Superior fue hallada en Neuquén (paleoymás)
Un equipo internacional de paleontólogos, bajo la dirección de Penélope Cruzado Caballero, investigadora asistente del CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN), describió una nueva especie de dinosaurio ornitópodo del Cretácico Superior.
La noticia fue dada a conocer en febrero de 2019, y se descubrió a partir de un ejemplar hallado en junio de 2016 (bien articulado y en buen estado) en la Formación Bajo de la Carpa –cerca de Rincón de los Sauces en el norte de la Provincia de Neuquén- donde afloran rocas de hace alrededor de 86 millones de años.
La nueva especie, bautizada por los investigadores como Mahuidacursor lipanglef, es la primera hallada en el yacimiento de Cerro Overo y se presentó en el Centro Cultural Alberdi en la ciudad de Neuquén.
Un equipo internacional de paleontólogos descubrió los huesos en 2016 y recién en 2019 los presentaron en sociedad
“Mahuidacursor representa el primer registro significativo para esta área en el norte de la Cuenca Neuquina y el primero para la Formación Bajo de la Carpa, que corresponde a la edad Santoniense del Cretácico Superior, por lo que se estima que el ejemplar encontrado debió vivir entre hace aproximadamente unos 86 y unos 83 millones de años”, afirmó Cruzado Caballero.
“Mahuidacursor era una especie de mediano tamaño, de unos 6 metros aproximadamente, con una apariencia estilizada. Por otro lado, el análisis histológico realizado sobre el espécimen hallado nos permite deducir que si bien se trataba de un individuo sexualmente maduro, aun no estaba plenamente desarrollado”, explicó la investigadora.
Además de esta nueva especie, en la Patagonia hallaron en 2019 un nuevo dinosaurio. Se trató del nuevo saurópodo Bajadasaurus pronuspinax, descubierto en la formación geológica conocida como Bajada Colorada.
El paleontólgo Pablo Gallina expone el esqueleto del Bajadasaurus pronuspinax – REUTERS/Agustin Marcarian
Los saurópodos son un grupo de dinosaurios herbívoros y cuadrúpedos que vivieron entre el Triásico Tardío y el final del Cretácico Superior -cuando se produjo la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno-, caracterizados por su gran tamaño y el largo de su cuello y cola.
Los resultados del estudio a cargo del equipo de paleontólogos del CONICET del Área de Paleontología de la Fundación Félix de Azara (Universidad Maimónides) y del Museo Paleontológico “Ernesto Bachmann” (Villa El Chocón, Neuquén).
La nueva especie pertenece a la familia de los dicreosáuridos, distinguida por largas espinas que cubren su cuello y espalda como continuación de sus vértebras, y vivió a comienzos del Cretácico Inferior hace alrededor de 140 millones de años.
La nueva especie pertenece a la familia de los dicreosáuridos, distinguida por largas espinas que cubren su cuello y espalda REUTERS/Agustin Marcarian
“La funcionalidad de las largas espinas en los dicreosáuridos es aún motivo de controversias entre los paleontólogos. Con el hallazgo de Bajadasaurus creemos que se puede arrojar claridad sobre algunas cuestiones”, afirmó Pablo Gallina, investigador adjunto del CONICET en la Fundación Félix de Azara y primer autor del trabajo.
“Nosotros creemos que las largas y puntiagudas espinas -extremadamente largas y finas- en el cuello y la espalda de Bajadasaurus y Amargasaurus debían servir para disuadir a posibles predadores”, sostuvo Gallina, en declaraciones que reprodujo la web del Conicet.
Y agregó: “Sin embargo, pensamos que si sólo hubieran sido estructuras de hueso desnudas o forradas únicamente de piel podrían haber sufrido roturas o fracturas fácilmente con un golpe o al ser atacados por otros animales. Esto nos lleva a sugerir que estas espinas debieron estar protegidas por una funda córnea de queratina similar a lo que sucede en los cuernos de muchos mamíferos”.
Nuevo dinosaurio en Sudáfrica
Los arqueólogos de la Universidad del Witwatersrand en Sudáfrica anunciaron en agosto último el descubrimiento de una nueva especie
Los arqueólogos de la Universidad del Witwatersrand en Sudáfrica anunciaron en agosto último el descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio.
El fósil fue sido identificado como Massospondylus, una especie de dinosaurio del período Jurásico Inferior. Sin embargo, al analizar los restos, los investigadores llegaron a la conclusión de que pertenecían a otra especie del antiguo reptil.
Los científicos bautizaron a la nueva especie como Ngwewu intloko (cráneo gris). Según las estimaciones de los paleontólogos, el dinosaurio medía unos 4 metros y pesaba alrededor de 300 kilogramos. La especie tenía un cuerpo grueso, un cuello largo y delgado y una cabeza pequeña y cuadrada y comía plantas y animales pequeños.
Según explicó en un comunicado el profesor Paul Barrett, del Museo de Historia Natural de Londres, pese a que muchos científicos “han visto” la especie a lo largo de los últimos 30 años, todos ellos pensaron que “no era más que un ejemplo inusual de Massospondylus”.
El por qué de los nuevos descubrimientos
Argentina está dentro de los 5 países más importantes de riquezas paleontológicas en el mundo y cada vez hay más investigaciones y descubrimientos sobre nuevas especies, sobre nuevos ejemplares que poblaron la Tierra hace millones de años y que nosotros desconocemos, explicó a Infobae el paleontólogo y el guía de reserva del Museo de Ciencias Naturales de Marcos Paz, Oscar Vique.
En el acceso norte a Trelew hay una copia en tamaño real del Patagotitan (foto: Daniel Feldman).
“Es muy prolífero el suelo argentino en cuanto hallazgos. Pero encontrar un ejemplar algo nuevo significa muchos años de investigación. Es una gran sorpresa y signifca más trabajo comparativo, de investigación previa antes del anuncio final. Eso significa que se debe estudiar y catalogar la especie y comprobar y probar al mundo que es un ejemplar nunca antes visto, con alguna o varias particularidades que lo hacen diferente a lo ya hallado previamente. Son muchos años de estudio”, completó el experto.
El trabajo se complejiza, agrega el investigador, ya que lo que usualmente se descubre son huesos o fragmentos de fósiles y no el esqueleto completo. Por eso, luego viene una tarea titánica para armar todo el esqueleto animal y diferenciar sus características propias.
El instalaciones museísticas del Parque Provincial Ischigualasto están pensadas para ser accesibles a todo público e impactan por su acercamiento a la era de los dinosaurios.
“Desde que fue la fiebre del oro en Canadá y EEUU, es muy común encontrar restos en el hemisferio norte americano. Pasa también los mismo ahora, a raíz del calentamiento global y el derretimiento de hielos, ya que se descongela el permafrost, la capa de suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve— de las regiones muy frías o periglaciares.
Ignacio Escapa, investigador independiente del Conicet y paleobotánico en el Museo Egidio Feruglio (MEF), también resaltó a Infobae de la riqueza que tiene Argentina en el área de la paleontología.
Escapa, que estudia las plantas y el medio ambiente existente en el período Jurásico y Triásico, precisó que el planeta siempre estuvo cambiando y transformándose hace millones de años.
La Patagonia Argentina tiene un amplio registro paleobotánico
“El período Jurásico tenía mayor temperatura. No había hielo o casquetes polares. En la Patagonia había mucha vegetación y humedad, ya que no estaba la cordillera de los Andes, que se levantó hace ‘solo 20 millones de años. Los vientos del Pacífico venían cargados de agua que terminaban en los bosques y selvas patagónicas, donde estos animales vivía prolíferamente”, explicó el experto de la Universidad Nacional del Comahue.
“Tenemos un gran registro paleobotánico en la Patagonia. Tenemos bosques petrificados, hojas preservadas incluso con la cutícula, las células y los estomas, que te dicen cuanto dióxido de carbono había en la atmósfera y cuántas plantas había en el lugar”, precisó Escapa, que está a punto de lanza el libro Valle Gondwana, donde sigue la historia geológica y paleontológica del valle del río Chubut, y hasta para recorrer con GPS, con explicaciones que nos remontan hace más de 100 millones de años.
En 17 años, inscribió a su nombre 35 mil propiedades: monumentos, viñedos, edificios y hasta la famosa Mezquita de Córdoba, Patrimonio de la Humanidad.
En 17 años, la Iglesia católica española inscribió a su nombre 35.000 bienes que que tendrá que devolver si se los reclaman lícitamente.
El gobierno de coalición español relevó que, entre 1998 y 2015, la Iglesia matriculó como propios 34.961 monumentos, fincas y edificios, entre otros inmuebles, gracias a una ley del gobierno de José María Aznar (Partido Popular) que, con sólo una certificación eclesiástica -es decir, la firma de un obispo-, permitía registrar a la Iglesia como propietaria de bienes del valor histórico y patrimonial de la Mezquita de Córdoba, por ejemplo, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1984 desde Buenos Aires.
“Esto viene de una ley hipotecaria de un reglamento de Franco. Pero es que Aznar, cuando hace un cambio, mantiene la idea de Franco. Y la Iglesia lo ha hecho porque la ley se lo permitía”, dijo la vicepresidenta primera del gobierno, Carmen Calvo, quien formó parte de la comisión que durante años relevó los inmuebles matriculados por la Iglesia.
Calvo confesó haber hablado con el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan José Omella, y aseguró que “habrá una posición razonable de la propia Iglesia católica”.
La antigua Mezquita de Córdoba. Foto: Reuters
“La Iglesia está en condiciones de saber que hay cosas que seguramente se han inscripto y que no se deberían inscribir”, agregó la vicepresidenta Calvo.
Desde hace unos días, en el Congreso de los Diputados se puede consultar el listado de 3.000 páginas que incluye castillos, fincas, departamentos en la playa, viñedos, estacionamientos, locales, huertas, campos.
Los ayuntamientos y personas particulares que crean tener derechos sobre esas propiedades podrán reclamarlas.
Según el informe, unos 20.000 inmuebles corresponden a templos y dependencias y los 15.000 restantes tendrían otros usos.
Castilla y León es la comunidad autónoma que registra la mayor cantidad de “inmatriculaciones” a nombre de la Iglesia, como las llaman aquí, donde las certificaciones eclesiásticas fueron 8.706. La siguen Galicia -con 6.210- y Cataluña, con 3.650.
Algunos bienes, como la catedral de Granada, que fue matriculada el 22 de junio de 2015, no aparecen en el listado de bienes que el gobierno envió al Parlamento.
La Mezquita de Córdoba
Otros, como la Mezquita de Córdoba, encarnan lo escandaloso del privilegio que se le otorgó a la Iglesia católica.
“El caso de La Mezquita es emblemático porque se trata de un edificio de extraordinaria importancia histórica y patrimonial que está siendo gestionado con criterios exclusivamente confesionales”, explica a Clarín el historiador y profesor de la Universidad de Huelva, Alejandro García Sanjuán.
Turistas recorren los pasillos de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Foto: EFE
“La Iglesia convirtió a la Mezquita de Córdoba en una especie de museo católico en el que hace exposiciones del culto católico y apenas se le otorga importancia a la dimensión histórica -agrega el historiador-. Esto se combina con la implementación de una narrativa falsa sobre el edificio, insistiendo en que antes de ser mezquita fue una iglesia cristiana, algo que no está probado desde un punto de vista histórico ni arqueológico.”
García Sanjuán integró la comisión que organizó el Ayuntamiento de Córdoba para elaborar su propio informe. Formaba parte de ese grupo de trabajo también Carmen Calvo, quien por entonces no era vicepresidenta de España, y el ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza.
“El informe que elaboramos se hizo público en 2018. Tenía una parte histórica y luego una parte legal. Trabajé sobre la parte histórica con otro colega. El tema de las inmatriculaciones ha sido considerado irregular y anticonstitucional -dice Sanjuán-. La mayor parte de ellas no han sido revocadas en los tribunales. Algunas sí. Algunos juristas consideran que es necesaria una legislación que permita abordar el tema de manera global y no caso por caso.”
Y aclara: “La Mezquita es un edificio que, por su carácter monumental, en el siglo XIX fue declarado Monumento Nacional y en el siglo XX Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ha estado tradicionalmente en manos de la Iglesia como un templo católico desde que la ciudad fue conquistada en la Edad Media, en el 1236, por los cristianos. La Mezquita se convirtió en una iglesia católica y así se la ha venido utilizando aunque las autoridades civiles han intervenido en forma activa porque siempre ha tenido un carácter muy emblemático”.
Respecto de la cuestión jurídica, el historiador señala que “el tema de la propiedad no estaba resuelto. Por eso en 2006 la Iglesia, aprovechando esa ventana que le abrió Aznar, realizó la inscripción a través de una simple declaración del obispo, que actuó como notario público. Pero no existía un título de propiedad hasta ese momento, aunque la Iglesia afirma que posee documentos de la época de la conquista cristiana, de la época del rey Fernando III, que acreditan la propiedad. Pero eso no está demostrado ni acreditado”.
La Iglesia católica, agrega Sanjuán, “explota el interés turístico del edificio”.
“Lo lógico sería que fuera de propiedad pública y que fuera gestionado por un patronato del que la Iglesia debería formar parte”, es su opinión.
Un nuevo estudio a gran escala sobre la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer confirmó que tiene una efectividad superior al 90% para prevenir casos graves
La información se desprende de los resultados observados en más de medio millón de personas inoculadas en Israel. La cifra fue del 62% para los que habían recibido la primera dosis
Un nuevo estudio a gran escala de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer confirmó que tiene una efectividad superior al 90 por ciento a la hora de prevenir casos graves de la enfermedad.
En concreto, la cifra fue del 92 por ciento en este tipo de casos luego de recibir dos dosis, y del 62 después de una. También mostró que el riesgo de muerte se redujo en un 72 por ciento en las primeras dos o tres semanas después de recibir la primera vacuna. Y la cifra podría subir a medida que la inmunidad colectiva continúe creciendo.
En cuanto a la capacidad de prevenir hospitalizaciones, las cifras fueron: 74 por ciento luego de una dosis y 87 después de la segunda y de 46 y 92 por ciento respectivamente a la hora de evitar la infección por completo. También reportaron un 94 por ciento para prevenir el desarrollo de síntomas.
La información fue recabada a partir de los resultados observados en más de medio millón de personas que fueron inoculadas en Israel, el país que ha vacunado al mayor porcentaje de su población a nivel global y ha usado exclusivamente el inmunizante desarrollado por ese laboratorio.
La información fue igual de alentadora para las personas mayores de 70 que para los demográficos menores. En Israel, más de la mitad de la población ha recibido la primera dosis de la vacuna y el 34,7 por ciento ya tiene ambas en su organismo, según la agencia Bloomberg, que compila información de las campañas de inmunización a nivel global.
Una mujer recibe una vacuna contra el COVID-19 en Israel. (AP Photo/Sebastian Scheiner)
“Se trata de la primera prueba validada por pares de la eficacia de una vacuna en las condiciones del mundo real”, declaró a la agencia AFP Ben Reis, uno de los coautores del estudio, publicado este miércoles el el New England Journal of Medicine.
En paralelo, el doctor Gregory Poland, de la Clínica Mayo en Estados Unidos, le dijo a The Associated Press que los resultados son “inmensamente tranquilizadores”. “Más de lo que esperaba”, expresó.
El informe podría alentar a las autoridades a demorar la aplicación de la segunda dosis de la vacuna para aumentar la cantidad de personas que reciban al menos una. “Preferiría que 100 millones de personas reciban una a que 50 millones reciban dos”, dijo a AP el doctor Buddy Creech, de la univerisdad de Vanderbilt. “Creo que es una estrategia muy aceptable a considerar”, expresó por su parte Poland.
El estudio, llevado a cabo por científicos del instituto Clalit y la Universidad Ben-Gurion, comparó las estadísticas de más de medio millón de personas que habían sido inoculadas durante diciembre o enero con una cantidad equivalente de otras que no lo habían sido. Ninguna de ellas había contraído la enfermedad. 41 personas murieron en total, y 32 de ellas pertenecían al grupo que no había recibido la vacuna.
Adultos mayores vacunados muestran sus “pases verdes”, que los habilitan a realizar distintas actividades en el país. Foto: REUTERS/Amir Cohen
Las cifras son consistentes con el 95 por ciento de efectividad que el laboratorio había reportado en sus estudios de fase tres, y que llevaron a distintas autoridades regulatorias a lo largo del mundo a aprobar y comenzar a aplicar la vacuna.
Otro estudio del ministerio de Salud del país de Medio Oriente fue aún más alentador: informó que la vacuna posee una efectividad del 98,9% para prevenir la muerte, un 99,2% de protección contra enfermedades graves, reduce la morbilidad en un 95,8% y disminuye la posibilidad de hospitalización en un 98,9%.
Dado el éxito de la campaña, Israel ha reabierto gran parte de sus actividades. Gimnasios, teatros, hoteles, conciertos y sinagogas registrados en su programa de “pasaportes verdes” ya pueden operar. El pasaporte verde se concede a quienes lleven una semana vacunados contra el coronavirus, o a las cerca de 740.000 personas recuperadas del virus que actualmente no tienen derecho a la vacuna.
El hallazgo científico ocurrió en el Hospital Nacional de Niños de Washington DC y los epidemiólogos estadounidenses afirman que pertenece a la mutación N679S
El coronavirus y los niños son un caso excepcional. Quienes han padecido la enfermedad presentaron síntomas leves e incluso quienes necesitaron ser hospitalizados no escalaron hacia un estadio grave o severo. Pero la verdadera sorpresa llegó cuando los médicos estadounidenses registraron en el Hospital Nacional de Niños de Washington DC en el día de ayer, una importante carga viral en un bebé.Esta fue 51,418 veces más alta que la media de otros pacientes pediátricos. Y cuando secuenciaron el virus en el bebé, encontraron una variante que no habían visto antes.
Pero la alarma no terminaría ahí: tras la secuenciación del genoma del virus, encontraron una variante nunca antes vista en el hospital lo que llevó a plantear la hipótesis de que en una parte de Estados Unidos podría estar circulando una nueva mutación del virus.
Jeremy Luban, virólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, señaló que la carga viral en la nariz del bebé “es de por sí un dato alarmante y digno de atención”. Pero Luban prefirió la cautela ante el caso documentado y afirmó que “puede deberse a la mutación N679S, o simplemente a que el sistema inmunológico del bebé todavía no estaba completamente desarrollado, lo que permitió la replicación descontrolada del virus”.
No hay evidencia de que la variante con N679S, u otras identificadas por primera vez en el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, sean más peligrosas para los niños (Shutterstock.com)
Roberta DeBiasi, jefa de enfermedades infecciosas del hospital, sabía que no podía concluir nada de un solo caso. Y a medida que los investigadores profundizaron en el misterio, encontraron evidencia de que una variante con una mutación llamada N679S puede estar circulando en la región del Atlántico Medio.
“Podría ser una completa coincidencia”, dijo DeBiasi. “Pero la asociación es bastante fuerte. Si ve a un paciente que tiene exponencialmente más virus y es una variante completamente diferente, probablemente esté relacionado “.
Los niños en general no se enferman por el coronavirus como lo hacen los adultos. La tasa de enfermedad grave es baja y unos 270 niños han muerto a causa del COVID-19, la enfermedad causada por el virus o una enfermedad asociada en un mar de 500.000 muertes en Estados Unidos. Podría ser algo sobre la biología de la juventud, han dicho algunos científicos, o quizás una mayor probabilidad de estar expuesto a un patógeno similar más recientemente.
No hay evidencia de que la variante con N679S, u otras identificadas por primera vez en el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, sean más peligrosas para los niños. Pero los funcionarios de salud en el Reino Unido han dicho que están monitoreando un aumento inusual de infecciones, especialmente entre los niños de 6 a 9 años, que es desproporcionado para su porcentaje de la población.
Según un informe, vieron un fuerte aumento de las infecciones por COVID-19 entre los jóvenes, con más de 50.000 niños y adolescentes (Shutterstock.com)
Y según un informe del 9 de febrero en la revista médica BMJ, Israel también ha experimentado “un fuerte aumento de las infecciones por COVID-19 entre los jóvenes, con más de 50.000 niños y adolescentes que dieron positivo en enero, más de lo que Israel vio en cualquier país, durante la primera y segunda oleada“.
La vacuna también para los niños
Cuando se habla de la necesidad de inocular al 70/80% de la población para alcanzar la tan ansiada inmunidad de rebaño, siempre se dejó afuera de las prioridades a los niños debido a que no había estudios en el mundo sobre la seguridad y la eficacia de las vacunas desarrolladas en menores de 18 años.
Ahora, los más importantes productores de vacunas para prevenir el COVID-19 planean comenzar a investigar sus formulaciones en esa franja etaria.
Pfizer y Moderna inscribieron a niños de 12 años o más en ensayos clínicos de sus vacunas y esperan tener resultados para el verano boreal. Dependiendo del rendimiento de las vacunas en ese grupo de edad, las empresas podrán probarlas luego en niños más pequeños. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) generalmente demora algunas semanas en revisar los datos de un ensayo clínico y autorizar una vacuna.
Pfizer y BioNTech reclutó a 2.259 adolescentes de 12 a 15 años (Reuters)
Otras tres compañías, Johnson & Johnson, Novavax y AstraZeneca, también planean probar sus vacunas en niños, pero están más rezagadas.
Según los especialistas, los niños también deberán ser vacunados para que los Estados Unidos se acerque a la inmunidad colectiva, ese objetivo prometido durante mucho tiempo en el que la pandemia se detiene porque el virus se queda sin personas para infectar.
La vacuna Pfizer-BioNTech fue autorizada en diciembre para cualquier persona de 16 años o más. La compañía continuó su prueba con voluntarios más jóvenes, reclutando a 2.259 adolescentes de 12 a 15 años. Los adolescentes tienen aproximadamente el doble de probabilidades de infectarse con el coronavirus que los niños más pequeños, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La vacuna de Moderna comenzó a evaluar a adolescentes de 12 a 17 años (Shutterstock)
La vacuna de Moderna, que también fue autorizada en diciembre, está en un camino similar para las pruebas pediátricas. En diciembre, la compañía comenzó a evaluar a adolescentes de 12 a 17 años y planea inscribir a 3 mil voluntarios en este grupo de edad. La compañía espera resultados “alrededor de mediados de 2021”, dijo Colleen Hussey, portavoz de Moderna.
Con base en los resultados, Moderna planea evaluar la vacuna a finales de este año en niños de entre seis meses y 11 años.
Los bebés pueden tener algunos anticuerpos al nacer de madres vacunadas o infectadas, pero es poco probable que la protección materna dure hasta el primer año de edad. Y con su sistema inmunológico relativamente débil, los bebés pueden ser particularmente susceptibles a la infección si la transmisión comunitaria es alta.