Para bonistas y expertos en finanzas la oferta del Gobierno fracasó por “mezquina” y por estar “pobremente estructurada”.
Para bonistas y expertos financieros de Wall Street que están atentos al caso argentino, la oferta de canje de deuda “fracasó” y “se estrelló” porque estuvo “pobremente estructurada”, fue “muy mezquina” y el Gobierno saltó a “una pileta vacía”, sin dar señales de cómo va a pagar, según señalaron a Clarín. A pesar de que el plazo para negociar se ha extendido hasta el 22 de mayo, son bastante pesimistas respecto de un posible acuerdo y algunos sugieren la contratación de un mediador imparcial que permita avanzar en las conversaciones.
Uno de los tenedores de bonos que sigue muy de cerca las negociaciones con el Gobierno dijo a esta corresponsal que la oferta “fracasó porque fue pobremente estructurada y trató de pelar a los bonistas. No solo fracasó. Se estrelló y se quemó”. Cuando se le preguntó si había un posible camino de salida estos días dijo que aún es posible lograr “un compromiso sencillo que encaje con los parámetros del FMI”, aunque declinó dar detalles.
Jorge Piedrahita, CEO del fondo Gear Capital Partners, dijo a Clarín que la oferta del Gobierno fracasó porque “utilizó la secuencia incorrecta. Buscó una negociación con los bonistas sin negociar con el FMI y sin un plan económico por lo cual a la propuesta le faltó credibilidad y lógica. Además, tuvo un diálogo casi nulo con los grandes inversores y fue un plan unilateral de “tómalo o déjalo” sin dar lugar a negociaciones”.
También, agregó el experto, la oferta “puso condiciones leoninas que solo le daban opcionalidad al Gobierno. Podrían emitir títulos muy ilíquidos, aunque no se llegara a los porcentajes de las cláusulas de acción colectiva, entre otras condiciones adversas para los bonistas, y buscaba modificar vencimientos que sucederán en 10 o 15 años, o sea que no son un problema inmediato. En definitiva, la propuesta fue muy mezquina ya que Argentina puede pagar más”.
Piedrahita cree que los bonistas buscarán a partir de ahora “que el Gobierno haga todo lo que se negó antes: tener diálogo con los inversores, hacer un Programa de Facilidades Extendidas con el Fondo, tener un programa económico coherente, subir los cupones de interés, reconocer el interés devengado, etc. Este es un proceso que se debería extender más allá del 22 de mayo”.
El financista cree que “la esperanza de un acuerdo siempre existe, pero en el caso de Argentina es baja” y apunta que el presidente Alberto Fernández “está limitado ahora por la política local con Cristina Fernández en un rol que no conocemos con certeza en el tema de la deuda”. Además, señala “si las torpezas de Argentina continúan nos encaminamos a un default cuyas consecuencias serán muy negativas”.
Carlos Abadi, Managing Director de la consultora financiera Decision Boundaries, dijo a Clarín que la oferta fracasó por dos razones. Primero “es la primera vez que un gobierno introduce al exit yield como variable de negociación”. En segundo lugar, dice Abadi, “al lanzar una propuesta unilateral sabiendo que ‘la pileta estaba vacía’, el Gobierno buscó este resultado. Dado el tipo de diálogo entre las partes y la concentración de bonos en dos grupos con capacidad de rechazo, el Gobierno sabía que la oferta iba a fracasar antes de lanzarla”.
Sobre un posible futuro acuerdo, Abadi señaló: “Soy pesimista. Creo que esta es una situación típica de una negociación trabada por relaciones desgastadas entre los negociadores. En mi opinión, la única posibilidad de acuerdo sería que acuerden mutuamente la contratación de un(a) mediador(a) neutral que tenga la credibilidad con las partes y la sofisticación financiera para entender las posibles asimetrías de valor existentes; es decir el poder entender qué concesiones le cuestan poco a una parte y le representan mucho a la otra. Además, dicho mediador debería tener suficiente creatividad financiera como para introducir a las partes ideas de creación de valor mutuo que aún no hayan sido exploradas”.
Esta persona, según Abadi, debería ser un experto en deuda externa, “un pensador financiero sofisticado, creativo, imparcial” y que goce de la confianza de ambas partes.
¿La Argentina se encamina hacia un default? Abadi fue enfático: “Si las partes no dan intervención a un mediador inmediatamente, el default es casi inevitable”.
Guillermo Mondino, socio fundador y director del fondo de inversión Mogador Capital, “la oferta fracasó porque fue pobremente estructurada. Fue unilateral, sin haber llevado adelante un proceso negociador como es habitual en este tipo de circunstancia. Y fue sin un marco claro de cómo Argentina va a pagar lo que promete”. Respecto de las negociaciones que vienen, resaltó la falta de confianza: “Los bonistas han hecho sugerencias en el pasado en conversaciones varias. El Ministerio de Economía violó las prácticas de confidencialidad habituales con la filtración de un documento la semana pasada (todos los participantes habían firmado Non-Disclosure-Agreements) y no creo que con eso haya logrado generar la confianza entre las partes”.
Sebastián Vargas, estratega para América latina de Barclays Investment Bank, señaló a Clarín que “hay múltiples maneras de lograr la aceptación de una propuesta. Pero el tema de los cupones es central: cuándo comienzan a pagarse y cuán altos son. Cuando comienzan a pagarse depende una discusión razonable con respecto al espacio que requiere la Argentina para ponerse de pie. Nosotros habíamos pensado en 2 años. Si la Argentina no se puso de pie en dos años tenemos problemas más importantes que la deuda. La discusión del nivel de los cupones adecuado requiere no confundir cupones con rendimientos. México tiene cupones de 4% y crece menos de 2% y nadie pone en duda de su sostenibilidad. Los rendimientos de los bonos o el costo de refinanciación es lo que hace a un país sostenible. No se puede pretender tener cupones menores que los de México de la noche a la mañana, requerirá unos años de buen trabajo”.
Para que prospere la negociación, según Vargas, “lo primero que tiene que existir es seriedad de las partes. No se puede decir que “no se puede pagar” cuando se puede pagar y no se puede decir que “se puede pagar” cuando no se puede pagar. Lo segundo es que los interlocutores tienen que estar en condiciones de hablar con la autoridad de que cuando dice sí es sí y cuando se dice no es no. Y los interlocutores tienen que incorporar los costos de los resultados en la negociación. Por ejemplo, un premio Nobel que opina desde la comodidad de su casa en el exterior no incorpora los costos de un presidente que tiene que gobernar un país. Por eso es que cuando nos acercamos al default el mercado mira al presidente y se pregunta si realmente es lo que se quiere hacer. Yo creo que es improbable que no haya flexibilidad de ambas partes porque no tiene ningún sentido”.
Para Vargas, “es improbable que Argentina se encamine a un default. Lo llamativo es que es posible”.
El incremento será menor a la inflación, que se estima en 11% para el primer trimestre. Quiénes podrían cobrarlo y cuándo se define.
A partir de marzo el monto de las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales se incrementará el 8,07% y para compensar la pérdida frente a la inflación habrá un bono extraordinario.
Así adelantaron a Clarín fuentes del Gobierno quienes agregaron que el alcance y el valor del bono serán definidos por el Presidente Alberto Fernández, entre mañana y el viernes.
Se estima que, como se aplicó el año pasado, el bono alcanzará a los que ganan la jubilación mínima o un poco más, a las pensiones no contributivas que cobran el 70% del haber mínimo y los que perciben la PUAM (Pensión Universal al Adulto Mayor). En total un universo de casi 5 millones de personas.
La decisión se tomó porque, con el 8,07%, el primer aumento en base a la nueva fórmula de movilidad, que se aplicará por tres meses (marzo-mayo) tuvo un mal debut para los jubilados, pensionados y demás beneficiarios de prestaciones sociales, como AUH, Asignaciones Familiares) que suman 18 millones de personas.
De todos modos, en Casa Rosada insistieron que con la fórmula del anterior Gobierno, el aumento hubiera sido más bajo, del 7,18%.
Punto más, punto menos, el aumento de las jubilaciones y pensiones sería inferior a la inflación del primer trimestre de este año, incluso estimando una inflación descendente (3,5% en febrero y 3,1% en marzo) ya que acumularía una suba de los precios del 11%, afectando a las 18 millones de personas alcanzadas por la movilidad.
Además de las jubilaciones y pensiones, el aumento comprende a las Asignaciones Familiares, AUH, pensiones no contributivas y PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor. Y la fórmula de movilidad no prevé una compensación si la inflación es mayor que el incremento de los haberes.
Cuánto aumenta la jubilacion mínima
Con el aumento del 8,07%, la jubilación mínima subirá de $ 19.035 a $ 20.571 a cobrar durante marzo, abril y mayo. Las pensiones no contributivas serían de $ 14.400 y la PUAM de $ 16.457.
La fórmula de movilidad no contempla ninguna compensación si los aumentos son inferiores a la inflación. Tampoco contempla una recomposición por la pérdida que sufrieron todos los beneficiarios del sistema durante los últimos años que ronda entre el 15 y 25%, según los rangos de haberes. Pero no impide que se otorguen bonos extraordinarios, que no se integran al haber del jubilado, como pasó en 2020. Esto significa que no se consideran como base para los futuros aumentos.
El bono abarcaría a 5 millones de jubilados y pensionados con haberes un poco por encima de la mínima porque – argumentan en el Gobierno– son los mayores perjudicados por la inflación ya que destinan una proporción mayor de sus ingresos a la compra de alimentos, que es el rubro que más aumentó y más incide en el IPC promedio y en el valor de la canasta básica de pobreza.
De todos modos, el resto de los jubilados y pensionados tuvieron pérdidas entre 2018 y 2020 de hasta el 25% y con el 8,07% volverán a perder frente a la inflación.
En el caso de la AUH, en el Gobierno argumentan que los padres y madres con hijos menores de 6 años- tienen una compensación por el aumento de la tarjeta Alimentar que, desde este mes, pasó de $ 4.000 a $ 6.000 por hijo y de $ 6.000 a $ 9.000 con 2 o más hijos.
Sergio Massa adelantó que analizarán nuevas propuestas para el proyecto. Se avanza para que los sueldos de hasta 150.000 brutos no paguen cuando cobren el salario complementario
La semana que viene podría comenzar el tratamiento del proyecto de ley que presentó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, por el cual se busca modificar el piso salarial a partir del que se comienza a pagar el Impuesto a las Ganancias.
La iniciativa, que recogió apoyos del oficialismo y de la oposición, establece un nuevo piso de $150.000 bruto por el cual se empieza a pagar el tributo. Sin embargo, en el proceso de discusión de las diferentes comisiones se irán haciendo modificaciones que apuntan a ampliar los beneficios para los trabajadores que tengan que pagarlo.
Habrá cambios y se ampliarán los beneficios (fuentes del massismo)
Fuentes cercanas al presidente de la Cámara de Diputados aseguraron a Infobae que “habrá cambios y se ampliarán los beneficios” y que en ese orden de prioridades de modificaciones encabezan la lista las horas extras, los viáticos y el aguinaldo. Y se analiza lo que podría ser la mayor sorpresa del proyecto: los Autónomos. Se está terminando de estudiar el costo que tendría que una parte de quienes están encuadrados en esa categoría fueran alcanzados por la nueva norma.
“Se está trabajando para sumar que las horas extras y los viáticos de algunos sectores en donde estos dos ítems son cotidianos que no sumen para pagar Ganancias”, explicaron fuentes legislativas.
Lo que sucedió en Toyota días atrás, cuando la empresa que concentra el 50% de las exportaciones del sector automotriz frenó la producción porque sus empleados no aceptaron trabajar un feriado ya que perdían más de lo que ganaban por consecuencias del pago de Ganancias.
Sergio Massa y Martín Guzmán (Maximiliano Luna)
Otro punto importante que están trabajando en el equipo de Massa es el de los aguinaldos. “Buscamos que aquellos que ganan hasta 150.000 pesos brutos no paguen Ganancias por pasarse con el aguinaldo”, describen cerca de Massa. Otro punto que se estudia lo propuso la oposición y tiene que ver con poder descontar los gastos en educación, como cuotas de colegios, libros, materiales y viajes, entre otros.
“El proyecto tiene que ser sustentable desde el punto de vista fiscal. El costo fiscal tiene que ser algo que esté dentro de ciertos parámetros. Algunas de las propuestas que ofrecen desde la oposición se podrían sumar y otras no por el costo que tienen”, explican desde el massismo. Ayer, el presidente de la Cámara baja se reunió con legisladores del Frente de Todos que representan a distintos gremios para analizar el proyecto.
Massa con los diputados de su bloque de extracción gremial
Aunque todos los bloques están de acuerdo con el cambio propuesto por el oficialismo y hubo un decreto por el cual se habilitó a que el tema sea debatido en el Congreso, recién comenzará la discusión luego de la apertura de las sesiones ordenarías.
“Para que quede bien el bordado, primero necesitamos tiempo para zurcir”, metaforizó una fuente del oficialismo que participó de las negociaciones técnicas previas a la presentación del proyecto. Y es que, a pesar de la buena recepción de la medida, que también establece que aquellos que cobren hasta 173.000 pesos brutos tengan menores descuentos que en la actualidad, el Frente de Todos recibió, en las últimas semanas, algunos reparos de la oposición y una parte del sindicalismo.
El proyecto fija un “nuevo piso” de remuneración mensual que beneficiaría al 63,4% de los contribuyentes que actualmente lo pagan en todo el país. El objetivo es proporcionar un alivio fiscal a la clase media trabajadora y jubilados y potenciar el mercado interno.
La automotriz japonesa buscó producir un feriado y en medio de vacaciones, pero no consiguió el personal suficiente para poner en marcha su planta
Lentamente, el sector automotriz comienza a recuperar un poco del ritmo de producción que supo tener en otros tiempos. Sin embargo, la presión impositiva y las restricciones cambiarias empiezan a ponerle un freno que dificulta que comience a rodar.
El impuesto a la Ganancia que presiona sobre los salarios del sector y la falta de aprobación del Sistema Integral de Monitoreo de las Importaciones (S.I.M.I.) para el ingreso de unidades fabricadas en el exterior está golpeando a una industria que aún se encuentra muy por debajo de la media en lo que se refiere al uso de la capacidad instalada y pelea por recuperar un mercado de ventas.
Como publicó Ámbito Financiero, Toyota no pudo producir porque entre vacaciones y el rechazo de los empleados a sumar horas extras en el feriado por el impacto que tiene el plus salarial en Ganancias, no logró completar la planta de trabajadores necesaria para poder poner la maquinaria en marcha.
La compañía asiática, que tiene una balanza superavitaria ya que exporta alrededor del 80% de lo que produce en el país, pretendió mantener la planta activa el pasado martes feriado de carnaval. Sin embargo, no logró reunir el número de trabajadores necesarios para poner en marcha la producción.
Hilux, la pickup que exporta Toyota desde la Argentina
Desde la empresa explican que “no solo es por el impacto del impuesto ya que hay gente de vacaciones”, pero también hicieron referencia a Ganancias al señalar que “está claro que mientras más se trabaja, más se gana y más se paga; en el sector automotriz se parte de salarios con pisos altos, por lo que rápidamente se pasa de escala”.
En el sector automotriz descartan de plano que sea un conflicto con Smata y recuerdan que hace unos años hubo un acuerdo con el sindicato para trabajar los fines de semana para cumplir con los cupos de producción que necesitaba la empresa. “No es la primera vez que le pasa y es porque los empleados entienden que, con el descuento y el esfuerzo de trabajar un feriado, pierden más de lo que ganan”, agregó.
Según la empresa, durante el 2020 la planta de la marca japonesa en la Argentina representó el 50% de las exportaciones de la industria automotriz local, con 32.724 unidades despachadas y USD 800 millones en ingreso de divisas.
Mercedes, también
En la otra punta del conflicto que vive el sector está la alemana Mercedes Benz, que asegura sufrir escasez de unidades pero, en este caso, por la falta de aprobación de importaciones. La marca tiene varadas alrededor de 700 unidades a la espera de la aprobación del Sistema Integral de Monitoreo de las Importaciones (S.I.M.I.) por lo que lentamente se le está secando el mercado de unidades para vender.
A diferencia de Toyota, el problema de la alemana tiene que ver con la escasez de dólares y las trabas que tienen las empresas para acceder a los cupos que les permitan la importación de unidades. En general, las empresas de importados apuestan a incrementar ventas aprovechando la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo porque, aunque las unidades cotizan en dólares, lo hacen al valor que fija el Banco Nación y se pagan en pesos. Por eso, quien tiene los dólares billete para comprar un auto de alta gama importado necesita cambiar menos dólares si utiliza la cotización del mercado paralelo.
Aunque Mercedes Benz fabrica en el país –tiene una planta donde hace la van Sprinter– no logra acceder al mercado cambiario para hacerse de dólares ni que la Aduana le libere las SIMI. Asegura tener unidades en los depósitos fiscales que “de estar en una concesionaria se venderían rápidamente”, aseguraron desde la empresa.